Las lavativas o enemas no son necesariamente para sexo anal, de hecho la función original de estas lavativas es para preparar a los pacientes que serán operados en un quirófano con anestesia general ya que una vez anestesiados perdemos control de los esfínteres y lo que se desea es evitar que exista evacuación en plena operación.
También se puede utilizar para tener sexo anal, a muchos hombres les impide disfrutar el sexo el simple hecho de estar pensando si está ensuciando a su compañero o si va a dejar tremendas manchas en las sábanas con el olor nada agradable. Así que optar por la lavativa no es mala opción.
Antes de comenzar con la lavativa es necesario evacuar como siempre para que no sea tan aparatosa. Si no sientes ganas o no sientes carga entonces puedes realizarte la lavativa.
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Es mejor que utilices agua, simplemente agua para limpiar el interior y que esta se encuentre a una temperatura entre fría y tibia, jamás caliente ya que puede irritar las paredes internas y lo que menos quieres es arruinar la noche de placer por esta irritación. El agua fría puede ser demasiado incómoda, así que quítale lo frío.
La lavativa que es una bolsita plástica que llenas de agua y que tiene una manguerita con una punta fina, la que introduces en el ano, la puedes comprar en cualquier farmacia o puedes comprar una "pera" en cualquier sexshop.
Ve al baño y hazte tu lavativa, trata de retener el agua durante algunos minutos, 5 o 10 minutos, después en el retrete trata de "evacuar" con lo que sacarás excremento y el agua de la lavativa, hazlo dos o tres veces hasta que estés seguro que ya no guardas sorpresas.
Es bueno que lo hagas de 30 a 60 minutos antes de tu encuentro sexual para que des tiempo a que tu cuerpo absorba el poco líquido que puedas tener evitando así las feas sorpresas.