Parejas gay y la adopción

Existen muchas falacias acerca de la adopción por parte de padres gay, muchas personas piensan que los hijos adoptados serán gays también y que por alguna razón, esto es malo. La ley en muchos países impide la adopción por parejas homosexuales, también impide el matrimonio gay. 

Afortunadamente se está cambiando la forma de hacer leyes, las sociedades están evolucionando y quitándose algunas vendas de los ojos. 

En Estados Unidos, el Dr. Benjamin Siegel, coautor del reporte técnico y miembro de la Junta de los Aspectos Psicosociales Infantiles y Salud Familiar de la Academia Americana de Pediatría (APP), dijo que "...debe haber igualdad de oportunidades para todas las parejas del mismo sexo, porque existen suficientes evidencias científicas por las que los padres homosexuales son un garante en la educación de los niños."

La APP dice que sí es posible el desarrollo normal de los niños en parejas del mismo sexo cuando el niño es deseado, los padres se han comprometido a compartir la crianza del niño y los padres tienen un apoyo social y económico fuerte.

La psicóloga Abbie Goldberg de la Universidad de Massachusetts señala que dado que las parejas homosexuales se enfrentan a muchos desafíos para poder adoptar, esto las obliga a planificar de manera muy consciente su paternidad. Por todos estos problemas es que tienden a estar más motivados y comprometidos que la media de los padres heterosexuales.

Los resultados de los estudios realizados por la psicóloga Abbie Goldberg demostraron que los padres homosexuales obtienen mejores calificaciones al ser evaluados por su capacidad para educar a un niño que los padres heterosexuales que tuvieron hijos por accidente.

Otro punto a favor es que (al menos en Estados Unidos) el promedio de las calificaciones académicas de niños en edad escolar criados por padres homosexuales es superior al del resto de los niños. Las cifras más altas se corresponden con los niños criados por lesbianas.

En México ya hay casos de adopción por padres homosexuales, en septiembre de 2011 se logró la primera por parte de una pareja de hombres en el DF, claro que no fue fácil, fue necesaria la intermediación del DIF para asesoría, un abogado y claro, 4 meses de espera. Pero la buena noticia es que la sociedad y sus leyes están evolucionando.


Los Derechos Humanos son para todos

Puede parecer, dada la discriminación y actos de violencia contra personas homosexuales, que los derechos humanos son exclusivos de las personas heterosexuales. Esto no es así, los derechos humanos son iguales para todas las personas. 

Las personas LGTBI durante siglos han estado sometidas a discriminación por su orientación sexual, identidad de género y expresión de género. Desgraciadamente hoy en día continúan siendo sujetas a esta discriminación y se le suman la violencia, persecución y otros abusos. 

Esto sin duda alguna es una clara vulneración y violación a sus derechos humanos que están ya protegidos por los instrumentos internacionales e interamericanos.

Tan grande es el problema que la CIDH incluyó su Plan de Acción 4.6.i (marzo 2011) que trata específicamente de los derechos humanos de las personas LGTBI: 
  • Condenar la discriminación contra personas por motivos de orientación sexual e identidad de género, e instar a los Estados dentro de los parámetros de las instituciones jurídicas de su ordenamiento interno, a adoptar las medidas necesarias para prevenir, sancionar y erradicar dicha discriminación.
  • Condenar los actos de violencia y las violaciones de derechos humanos contra personas a causa de su orientación sexual e identidad de género e instar a los Estados a prevenirlos, investigarlos y asegurar a las víctimas la debida protección judicial en condiciones de igualdad y que los responsables enfrenten las consecuencias ante la justicia.
  • Alentar a los Estados Miembros a que, dentro de los parámetros de las instituciones jurídicas de su ordenamiento interno, consideren la adopción de políticas públicas contra la discriminación contra personas a causa de orientación sexual e identidad de género.
  • Instar a los Estados para que aseguren una protección adecuada de las y los defensores de derechos humanos que trabajan en temas relacionados con los actos de violencia, discriminación y violaciones de los derechos humanos contra personas a causa de su orientación sexual e identidad de género. 
Poco a poco los derechos humanos serán aplicados por ley para todos, pero en lo que eso sucede es necesario seguir alzando la voz y denunciando todas las violaciones a nuestros derechos. 

Las 10 preguntas básicas para tu médico

Los hombres gay tienen diferentes prácticas y hábitos que los hombres heterosexuales, es por esta razón que los exámenes médicos muchas veces se enfocan en puntos que no son tan importantes y no se enfocan en aquellos que sí lo son. 

El querer aparentar igualdad ante la homosexualidad hace que los diagnósticos e indicaciones médicas sean menos eficaces. Seamos sinceros, no es lo mismo ser gay que ser hétero, pero las campañas contra la discriminación muchas veces ocasionan que los hombres gay no digan que lo son ya que se dice que no debe ser un punto importante, sin embargo, lo es. 

El eludir comentar la preferencia sexual de uno ante el médico sin duda alguna puede llevar a errores en las consultas que derivan en consecuencias nada agradables, así que la siguiente vez que visites a tu médico, por lo que más quieras pregúntale acerca de estos 10 puntos, a menos que en tu caso particular alguno de estos simplemente no aplique. 

  1. VIH/SIDA Como bien se sabe, los hombres que tienen encuentros sexuales con otros hombres tienen mayor riesgo de contraer VIH, ya que el virus se contagia de manera mucho más sencilla a través de las mucosas rectales. En los años recientes se ha incrementado el índice de prácticas sexuales no seguras. De entrada, no dejes de usar condón y aunque lo uses, debes incluir este tema en tu siguiente consulta con tu médico. 
  2. El consumo de drogas es una práctica más común en la comunidad gay que en la heterosexual, drogas como poppers, marihuana, éxtasis, anfetaminas, etc., son las más frecuentes y cada una tiene efectos secundarios a mediano y largo plazo, es importante que te informes bien acerca de las consecuencias de cada una de estas drogas.
  3. Ansiedad y depresión, los hombres gay tienden a ser más proclives a estas dos características del estado de ánimo, y para los gays que no han "salido del clóset", es todavía mayor la probabilidad de sufrir de estas enfermedades y también pueden ser más severas. En particular, los adolescentes y adultos jóvenes pueden presentar cuadros tan severos que deriven en conductas autodestructivas e incluso en suicidio. No lo dejes a un lado, si tienes problemas de depresión y/o ansiedad, díselo claramente a tu médico. 
  4. Inmunización contra la hepatitis, es de vital importancia, literalmente, que consultes a tu médico respecto a las hepatitis, recuerda que están la A, B y la C, para las dos primeras existe vacuna, para la C todavía no, así que entre menos riesgos corras será mucho mejor. Estas infecciones pueden ser fatales y pueden conducir a enfermedades de largo término, en pocas palabras, agonías de varios meses.
  5. Infecciones de Transmisión Sexual, aunque parezca raro, en los hombres gay es más frecuente el contagio de estas infecciones, seguramente estarás pensando en gonorrea, sífilis o las antes mencionadas hepatitis o VIH, pero el Virus del papiloma humano se da también en gran medida, no dudes en preguntarle acerca de estas infecciones a tu médico. 
  6. Cánceres de próstata, testículos y colon, esto es mucho más generalizado para todos los hombres, sean gays o heterosexuales, recuerda que el cáncer de próstata es el más común entre los hombres y uno de los que más muertes causa al año. Pregúntale a tu médico cómo debes revisar tus testículos en busca de cáncer, es muy importante la detección temprana para un tratamiento exitoso. 
  7. Consumo de bebidas alcohólicas, si no tomas o lo haces de manera esporádica entonces no debes preocuparte, pero como el "no tomar" o el "tomar poco" es muy relativo, depende de cuánto se considere mucho en función de la persona que lo dice, es mejor que le preguntes a tu médico si te estás excediendo o estás dentro del rango saludable, y hazte un favor, NO le mientas a tu médico. 
  8. Fumar mucho, por alguna extraña razón, tal vez por rebeldía, la comunidad gay es más fumadora que los hombres heterosexuales, ¿cuánto más?, pues un estudio realizado en Estados Unidos demuestra que los hombres gays fuman hasta un 50% más que sus congéneres heterosexuales. Una vez más, pregúntale a tu médico si estás fumando mucho o poco, sabemos que no importa la cantidad que fumes, el fumar por definición, jamás estará dentro de un rango saludable.
  9. Problemas alimenticios como la bulimia y anorexia y en los casos contrarios, vigorexia. Esto sin duda alguna lo sabes, y creo que todo el mundo lo sabe, los hombres gay cuidan su imagen mucho más que los hombres heterosexuales, esto puede derivar al igual que en las mujeres, en bulimia y anorexia, si tú estás en una situación en la que te preocupa mucho tu imagen, debes preguntarle a tu médico si las cantidades de comida que ingieres están dentro de lo saludable, tu médico debe prescribirte análisis de sangre y orina para saber qué tal estás de tus niveles. 
  10. Papiloma anal, de todas las enfermedades o infecciones de transmisión sexual a las que están expuestos los hombres gay, el papiloma se considera algo sin importancia ya que sólo se ven unas verrugas anales y genitales, pero OJO, el virus del papiloma humano puede derivar en cáncer anal, así que tu médico bien puede hacerte un Papanicalau anal en búsqueda de este virus. 
Pues bien, pon atención a estos diez puntos la siguiente vez que vayas a consulta, sería todavía mejor que los escribiera. También es muy importante que no dejes de usar condón en todas tus relaciones sexuales y por supuesto, siempre, SIEMPRE háblale con la verdad a tu médico.

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Viviendo el sexo con tu pareja

De la misma manera que la relación de pareja evoluciona y cambia, pueden cambiar las cosas que te excitan en el sexo o que dejan de gustarte tanto, o que quieres experimentar.

Puedes hacerle saber a tu pareja las cosas que te gustan a través de tus reacciones corporales o tomando la iniciativa haciendo lo que te gusta. Tal vez haya emociones que te lo dificultan, como por ejemplo la vergüenza, la culpa o el miedo a salirte de lo que crees que tu pareja espera de ti. O tal vez no encuentres ninguna dificultad en expresar lo que te gusta, pero la encuentras en tu pareja.

Puede ser que la otra persona desconozca algunas de las cosas que te gustan y que, si las comunicas, contribuyan a una vida sexual más acorde con los deseos de ambos. Ten en cuenta que a la hora de pedir a tu pareja lo que te gusta, puedes encontrar una negativa por su parte. Él también tiene derecho a elegir el sexo que quiere tener.

En ocasiones podemos hacer cosas para complacer a nuestra pareja, asumiendo que eso es lo que le gusta pero, a veces, lo que creemos que le gusta a nuestra pareja tiene más que ver con nuestras experiencias sexuales anteriores.

Preguntarle puede ser una forma de saber qué es lo que le gusta, además de estar receptivos a las miradas, los gestos, a sus reacciones, es decir, a su lenguaje corporal.

Dar placer a tu pareja puede hacerte disfrutar mucho, pero sólo tú puedes saber qué cosas hacer o evitar para sentirte más satisfecho y seguro en tus relaciones sexuales, y qué consecuencias tiene para ti no respetar tus límites.

Ante cualquier propuesta, siempre tienes derecho a aceptarla o rechazarla, aunque en ocasiones puede ocurrir que acabes dando un “sí” cuando quieres decir “no”.

Puedes negarte a algo de manera firme y tranquila, y repetirlo tantas veces como insista tu pareja. También puedes incluir el humor, invertir los papeles, proponer alternativas o variaciones sobre la propuesta, etc.

Puedes aplazar tu respuesta hasta que te sientas más tranquilo y seguro para poner tus límites. Cuanto más claro, directo y firme seas, más ayudarás a tu pareja a que pueda respetar tus límites.

¿Cómo manejas el escuchar un “no”?

Cuando la pareja opta por no hacer algo que le pedimos, está eligiendo en base a sus necesidades, preferencias o límites. Esto nos permite saber qué quiere y demuestra la confianza y la libertad de la otra persona.

Puede ocurrir que cuando escuchas un “no”, interpretes que hay una intención detrás o un juicio. Y esto podría hacerte sentir herido por la negativa y reaccionar movido por el resentimiento, la tristeza, el sufrimiento, etc.

A veces en la relación de pareja puede haber temas que generen dificultades y por ello se dejan guardados o alejados para no tener que hacer frente a una situación difícil con la pareja. Sin embargo no hablar de ellos no hace que desaparezcan y en muchas ocasiones puede suponer que el tema esté más presente aún, creando malestar y desconfianza para abordarlo.

Este malestar se puede acentuar en los temas que más afectan y puede distanciar a la pareja.

Por ejemplo en cuestiones que se relacionan con la sexualidad, el estado serológico, la prueba del VIH, el tipo de prácticas que nos gustaría o no tener, deseos, fantasías, abrir o cerrar la pareja, el nivel de prevención (uso o no uso del condón), las cosas de la relación que gustaría cambiar, etc.

En ocasiones el miedo puede hacer que anticipes consecuencias catastróficas si planteas estos temas. Por el contrario, anticipar consecuencias positivas puede animarte a abordar dichos temas.

Así que aprende a ser más positivo y a no anticipar cosas negativas, es importante que tus necesidades sean satisfechas al igual que las de tu pareja sin cruzar los límites de cada uno.

La gran pregunta: ¿somos pareja?


¿Cuándo consideras que la persona con la que estás es tu pareja? Está claro que cada persona puede dar una respuesta diferente, sin embargo, la pareja se establece entre dos, por lo tanto debes tener en mente cuáles son los elementos necesarios para que ambos consideren que son pareja.
El compromiso, el amor, un proyecto común, el tiempo de relación, la confianza, la intimidad, la sinceridad, la libertad, la complicidad y la comunicación pueden ser algunos de esos elementos.


El tiempo

Para dar espacio a que haya un conocimiento mutuo, confianza, intimidad y compromiso  puede ser necesario un tiempo, aunque este concepto varía según cada pareja. El tiempo que lleves en tu relación puede ser un elemento importante a la hora de decidir dejar de utilizar el condón.



El amor

Existen diversas formas de amar, de entender el amor y de demostrar amor hacia la pareja:
relación de cuidado, de compartir, relación basada en la autonomía personal, aprendizaje mutuo, focalizado en las relaciones sexuales, relación afectiva excluyendo el sexo. También puede entenderse como exclusivo, incondicional, para toda la vida, como sacrificio por el otro, fusión con el otro, sexo unido a afecto, etc.

Si tu concepto de amor implica sacrificarte por tu pareja, puede ser difícil para ti dar prioridad a tus deseos, necesidades o poner límites (también en lo que se refiere al disfrute y cuidado de tu salud sexual). Esto puede colocarte en una situación de vulnerabilidad frente al VIH y otras infecciones de transmisión sexual. Y también puede conllevar una pérdida de autonomía, abusos de poder, agresiones u otras situaciones que afecten a tu salud y bienestar.

¿Tu concepto de amor incluye el cuidado de tu salud sexual?

Puedes valorar si tu concepto de amor incluye establecer límites, expresar lo que quieres y
no quieres, negociar el uso del preservativo para prevenir la infección o re-infección del VIH y otras ITS y plantear otras cuestiones que para ti sean importantes en tu relación de pareja.


La confianza

La confianza se refiere a un sentido de seguridad que se tiene sobre la otra persona, que
nos hace sentir seguros sobre las emociones, los deseos y las intenciones de cuidado hacia nosotros.

La confianza se expresa en cuestiones de importancia para nosotros como por ejemplo,
cuándo y cómo informar sobre tu estado serológico, lo que sentimos por el otro, las cosas que no queremos, las que nos gustan, las que necesitamos, etc.

¿Qué cosas das por hecho sin hablarlas con tu pareja? Si no hablan del VIH, ¿estás asumiendo que ninguno de los dos (o los dos) lo tiene? Asumir que tu pareja tiene o no el VIH puede llevarte a tomar decisiones que pongan en riesgo tu salud sexual, por ejemplo no usar condón. El uso del condón es una forma de cuidar de tu salud y la de tu pareja.


Intimidad y búsqueda de conexión


La intimidad se puede entender como una conexión cercana con otra persona. Esta vivencia puede darse en muchos aspectos de la relación. La intimidad llevada a la sexualidad en pareja puede ser muy placentera, ya que implica una conexión emocional y física. Algunos hombres piensan que el uso del condón puede ser una barrera para la intimidad sexual, dificultando su utilización en las penetraciones y poniendo en riesgo su salud sexual.
Puedes valorar si las sensaciones físicas asociadas al uso del condón son importantes para  sentirte en intimidad con tu pareja o si también depende de otros factores como la complicidad, el compartir emociones, deseos, proyectos, vivencias, etc.


Compromiso

Es la decisión o intención de mantener la relación, de participar de un proyecto común
compartido, establecido por ambas partes. Dar a conocer al otro este proyecto y lo que esperamos, necesitamos o deseamos en la relación va a depender de establecer una comunicación abierta. El respeto a los acuerdos establecidos como pareja (por ejemplo las medidas de prevención) dependerá del nivel de compromiso adquirido en el proyecto común pactado, entre otras  cosas.

Estos factores son un buen principio para establecer si ya son pareja o todavía no. Lo más importante es platicarlo de manera serena para llegar a un entendimiento mutuo en donde ambos estén satisfechos con lo establecido.

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