Viviendo el sexo con tu pareja
Puedes hacerle saber a tu pareja las cosas que te gustan a través de tus reacciones corporales o tomando la iniciativa haciendo lo que te gusta. Tal vez haya emociones que te lo dificultan, como por ejemplo la vergüenza, la culpa o el miedo a salirte de lo que crees que tu pareja espera de ti. O tal vez no encuentres ninguna dificultad en expresar lo que te gusta, pero la encuentras en tu pareja.
Puede ser que la otra persona desconozca algunas de las cosas que te gustan y que, si las comunicas, contribuyan a una vida sexual más acorde con los deseos de ambos. Ten en cuenta que a la hora de pedir a tu pareja lo que te gusta, puedes encontrar una negativa por su parte. Él también tiene derecho a elegir el sexo que quiere tener.
En ocasiones podemos hacer cosas para complacer a nuestra pareja, asumiendo que eso es lo que le gusta pero, a veces, lo que creemos que le gusta a nuestra pareja tiene más que ver con nuestras experiencias sexuales anteriores.
Preguntarle puede ser una forma de saber qué es lo que le gusta, además de estar receptivos a las miradas, los gestos, a sus reacciones, es decir, a su lenguaje corporal.
Dar placer a tu pareja puede hacerte disfrutar mucho, pero sólo tú puedes saber qué cosas hacer o evitar para sentirte más satisfecho y seguro en tus relaciones sexuales, y qué consecuencias tiene para ti no respetar tus límites.
Ante cualquier propuesta, siempre tienes derecho a aceptarla o rechazarla, aunque en ocasiones puede ocurrir que acabes dando un “sí” cuando quieres decir “no”.
Puedes negarte a algo de manera firme y tranquila, y repetirlo tantas veces como insista tu pareja. También puedes incluir el humor, invertir los papeles, proponer alternativas o variaciones sobre la propuesta, etc.
Puedes aplazar tu respuesta hasta que te sientas más tranquilo y seguro para poner tus límites. Cuanto más claro, directo y firme seas, más ayudarás a tu pareja a que pueda respetar tus límites.